miércoles, 16 de septiembre de 2009


EL TABAQUISMO EN LOS SERVICIOS SANITARIOS


Este post, quizá moleste a alguien, pero me da igual, es un tema del que quiero hablar, ya que me afecta directamente muchas de las veces. Hablo de ese gran vicio que corrompe el organismo, como tantos otros, pero sin duda devastador a largo plazo. El tabaco. Y no es que pretenda dar aquí soluciones para dejar de fumar o remedios increíbles que anuncian en la tele, allá cada cual con su vida.


Digo esto, porque yo trabajo en un vehículo sanitario, y una gran parte de la gente que trabaja en este sector, fuma, cosa muy respetable, pero ahora viene la pregunta: ¿Se puede fumar en la ambulancia? Pues rotundamente NO, por dos motivos. El primero es por respeto hacia el compañero, ya que si no es fumador lo vamos a hacer fumador pasivo, y tampoco tiene porque tragarse el veneno que los fumadores inhalan. El segundo, es que en un vehículo sanitario, está prohibido fumar, y por muy buenas razones. Hay sin duda quien dirá, (es más, ya me lo han dicho), que si se fuma en la cabina de la ambulancia no pasa nada. Vamos a ver señores, ¿acaso la cabina de la ambulancia, no es ambulancia también? Pregunto.


Otro hecho bastante lamentable, es ir a las urgencias fumando, qué imagen para nosotros, tranquilamente acudimos y con tiempo a fumarnos un cigarrito antes, para relajarnos. Y si el asunto económico no está para demasiados lujos, pues usamos tabaco de liar, y nos lo liamos dentro de la ambulancia, y a la vista de todos, y que piensen lo que quieran, al fin y al cabo es tabaco... o no. Pues para más INRI, añadiré que a veces el conductor fumador, ha hecho más recorrido hasta el lugar de la urgencia, sólo para poder acabarse el cigarrillo o darle un par de caladas más. Esto es más que triste, patético, amén que cuando salimos a una urgencia, cada segundo cuenta, ya que nunca sabemos con certeza a qué nos vamos a enfrentar hasta que llegamos. Señores fumadores, vayan comportándose con respeto y profesionalidad hacia sus compañeros, y sobretodo hacia los pacientes que esperan de ustedes una actuación profesional y de calidad.




Sin duda hay gente que fuma, y este vicio lo aparca en los momentos del servicio, cuando suena el teléfono y nos movilizan es decir cuando salimos a una urgencia (aunque por desgracia son los que menos), pero hay otros, que justamente hacen lo contrario, justo al subir a la ambulancia se encienden el cigarrillo, añadiendo argumentos tales como: “es que si no me duermo” (si es de noche) o “es que después de comer toca”, o “es la hora del cigarrillo”... y así miles de excusas cuanto menos estúpidas para justificarse. ¿Se les puede llamar a estos señores profesionales? Lo dudo, pero así van las cosas, y lo peor de todo, es que vestimos un uniforme, y la gente tiende a generalizar en cuanto una persona de uniforme da mala imagen o mal ejemplo, es lo malo de los colectivos.



Vayan tomando nota, y planteándose si ésta es su profesión, donde el atender urgencias sanitarias requiere de profesionalidad y entrega. Veo muy bien que el repartidor de paquetería se encienda el cigarrillo conduciendo (aunque no debiera, ya que provoca distracciones al igual que un móvil), ya que los paquetes no se quejan, ni respiran, ni tiene prisa por entregarlos. En mi opinión en la ambulancia no se puede ni se debe fumar, sobretodo al acudir a los servicios o en ellos. Y a partir de aquí, sírvanse vuesas mercedes de tomárselo a bien o con bicarbonato. Buen día a todos.